• Deporte y rehabilitación

El BodyShaker funciona según el principio de supercompensación: movimiento, descanso y repetición, por lo cual su rendimiento aumenta. Las vibraciones que el BodyShaker transmite al cuerpo, con una frecuencia de entre 30 y 50 vibraciones por segundo, se transforman en energía. Los reflejos de estiramiento se encargan de que los músculos se contraigan continua e intensamente. Con un entrenamiento más corto y ejerciendo menor carga muscular, el efecto es mayor que el obtenido con otros aparatos de entrenamiento.

En un 85% menos de tiempo, el BodyShaker consigue aumentar la fortaleza muscular en un 30% más que con otros entrenamientos de fuerza. Gracias a la menor carga muscular y menor tiempo de entrenamiento se protegen las articulaciones, tendones y ligamentos. De los estudios se desprende que los estiramientos intermitentes manipulan, entre otras cosas, los tendones, la fascia y los ligamentos, por lo que los músculos se desentumecen. A corto plazo, los resultados del BodyShaker ya son excepcionalmente positivos.

El BodyShaker puede usarse en la rehabilitación de pacientes en un estadio temprano gracias a la poca carga que ello supone. Los resultados y efectos positivos funcionan de manera preventiva respecto al funcionamiento del aparato locomotor en su totalidad. Durante la rehabilitación, el entrenamiento en el BodyShaker es más llevadero, ya que se necesita menos tiempo y menos esfuerzo. El BodyShaker es tan exitoso gracias a la gran variedad de posibilidades que éste ofrece y a la experiencia obtenida en el mundo deportivo profesional.